Gracias Viejo!!

Aprendí de vos a quererme.

A hacer de mis defectos un poco de algo personal.

Aprendí de vos a ser sincera, primero conmigo misma,

Sin importar el afuera porque es de palo.

Al menos eso intento, aunque a veces yerro en mi propia vanidad.

Vos eras aún más auténtico, más especial.

Aprendí de vos, que la gente debe quererme por lo que soy

Y no por lo que aparento ser.

Aprendí de vos a valorar la palabra

Y a no mirar al prójimo por lo que tiene, sino por lo que le falta.

Aprendí de vos a ser canchera, irónica y hasta también verborrágica.

Aprendí de vos a sostener mi palabra, a luchar por lo que creo,

Y a pelearme con el mismísimo poder con tal de defender lo que pienso.

Aprendí de vos, que es preferible el olvido cuando no encuentro perdón.

A no humillarme ante otro, porque llevo tu sangre y eso no se negocia.

Aprendí de vos el arte del truco, de la picardía.

Aprendí de vos a filosofar de vaguedades mundanas,

A soñar despierta con el pasado que no fue.

A soñar dormida con mis bajones.

A soñar embriagada de sueños inconcretables que duelen.

Aprendí de vos a no ser obsecuente, felpudo.

Aprendí de vos que es preferible ser uno menos

Que uno más del montón.

Qué no hay que pasar desapercibido.

Qué el respeto se gana,

No se impone.

Qué amigos hay pocos

Los que te lo demuestran a lo largo de la vida.

Qué la gente no te defrauda,

Vos te defraudás a vos mismo al creer en cualquiera.

Qué hay que sacar la mierda afuera,

No pudrirse por dentro.

Qué hay que querer al que lo merece,

No pedir limosnas.

Que amar sin ser amado, todos sabemos cómo termina.

Qué hay que ir al frente y de frente.

Gracias por todo lo aprendido y todo lo que no supe aprender de vos.

Fuiste mi gran maestro, mi ídolo, mi inspirador.

Mi primer gran amor.

Te pido perdón por no haber llegado a la cresta de la ola,

Aunque sé que sentías orgullo por lo que soy,

 que no pretendías más de lo que di,

Y sé que nos entendíamos sin hablarnos.

Hasta siempre, en mi corazón…

Por Andrea Sigal © 2015